martes


Lo encendí muy lentamente, le di una fumada y, al mirar el humo que en el espacio se volatizaba, recordé tantas cosas que creí olvidadas.. se las conté todas mientras que lo fumaba. Le conversé de tí y de mis añoranzas, le conté de tus besos y de mis esperanzas, le conté de tu olvido, de mis lágrimas tantas, de aquello que vivimos y que hoy se ha vuelto nada.


Te dolían las manos, te dolían las piernas, te dolían los ojos, no querías mirar. Se acabaron lo sueños, se secaron las plantas, se pincharon los globos, despertó la verdad. Todo tu cuerpo ayer se transformó en un viejo recepto de dolencias que no sabés quién carajo inventó. El alma se te deshizo y nadie quiso pegarla; te carcomió la malaria, estás hecho un trapo de piso. Levantá la moral, ponete un cacho las pilas, que si no salís a patear lo tuyo va para atrás.
No quería migajas de la vida de otros, pero no alcanzaba para hacerte feliz. Por más fuerza que hagas no te cambia la cara, donde está taladrada una angustia feroz. La demencia un día te mordió los talones y siguió agitando su bandera cruel como que está todo bien. Y los golpes dejan marcas, y cómo duele mostrarlas.
De eso nunca se habla, o no encontrás las palabras. Se atraganta el dolor, se te reveintan las venas y se alarga la pena que duerme en tu corazón.
DICEN QUE ESTAS SOMATIZANDO, YO TE VEO FATAL.