jueves

Me remonto al pasado y a confesar ciertos pensamientos.
Siempre defendí a mis amigos, mi familia, cuando supe que los estaban lastimando. Los defendí, directamente. Fui justo con la espina y la saqué, no me manejé sólo con consejos.
Debo admitir, que frente a situaciones límite de depresión, me cuesta seguir siendo así. Porque he descubierto, que nunca nadie lo hizo por mi. Nunca nadie me ayudó más que con simples consejos, siempre tuve que tomar la teoría y bancarme la práctica. Nunca nadie me dio ese empujón que faltaba. Pero lo peor de todo esto, no es que ahora que me siento a pensarlo me afecta, sino que en su momento, mi momento de tristeza, siempre esperé que alguien (de todas esas personas a quienes yo misma di ese empujón) venga a ayudarme, y sin embargo, nunca lo recibí!
Me remonto al por qué. Siempre quise decir: "¡AMIGOSSSSSSSS, APAREZCAN! VAYAN Y DIGÁNLE QUE ME DEJE EN PAZ, QUE ME TRATE BIEN."
¿Por qué? ¡NO SÉ! Si siempre di todo sin reprochar nada. ¿Qué habrá faltado? Quizás sólo debía pedirlo... Pero sería un acto muy... ¿Cómo admitirlo?... DÉBIL Macarena, débil.


martes

Te juro, linda, me está costando mucho.
Termino los días, ¡cansada de extrañarte!