Esos dias que me siento una mas, aunque me guste creer que no lo soy. En el colectivo, mirando por la ventana el paisaje (por más común que sea), escuchando música y sonreír, de repente volver la vista a la gente y ver que todos te miran con caras grises. Siento que me envidian, pero son ignorantes amiga. Ellos no ven lo que veo yo, lo que vemos nosotras. Las pequeñas cosas del día que nos hacen felices. Los ojos de Leo. Volver del colegio al mediodía y ponerse el pijama. Cruzarte a alguien que apreciás. Estar acostada en la cama y pensar... Ellos no lo ven. Se pelean, luchan por hundirse, se hunden todos tratando de hundir al otro. Ellos no entienden, como yo. Su vista es gris, no distinguen ni el hermoso azul del cielo. Los contrastes. Es hermoso, lo que la vida nos regala no podemos despreciar. También entiendo que mi edad me permite volar libremente, quizás con el correr de los años se me acumule una importante montaña de responsabilidades grises que ya no me dejen ver los hermosos paisajes. Quizás sea lo que ando viendo en Filosofía, y me vuelva una esclava del trabajo para llegar a consumir lo que deseo, ya no valdré por mis cualidades, no priorizaré el amor, será el bien capital, material, laboral. Tengo la esperanza de que seguir siendo así, no me va a costar nada. Y es genial!!